El estilo japandi en la cocina: características y elementos imprescindibles
La cocina es una de las estancias donde más tiempo pasamos. Por eso, su estilo y decoración es importante para estar y sentirte “como en casa”. El estilo japandi, que apareció hace unos años y volvió a ser tendencia tras la pandemia del covid-19, se basa en el sosiego, la calidez y el minimalismo. Se trata de una mezcla del estilo japonés y el nórdico.
Estancias abiertas
La cocina debe estar conectada con el salón de forma directa, pues la funcionalidad del hogar es importante en este estilo japonés y nórdico. Ya no solo es por estética, sino que también permite que ambas estancias sean más prácticas y cómodas en el día a día, y para todos los miembros de la familia.
Muebles naturales
La naturaleza es una fuente de inspiración importante para los japoneses. Por eso, siempre es una buena opción escoger mobiliario de materiales naturales, o con un acabado natural. Para la cocina, la madera y la piedra, como el granito o el mármol, son de los mejores materiales a emplear en esta estancia, pues ya no solo cumple con el estilo japandi sino que también son de calidad y resistentes. No obstante, la madera debe ser la estrella en tu cocina, una tendencia que vuelve a los hogares. La puedes utilizar, por ejemplo, para el comedor (mesa y sillas), mientras que el granito lo puedes utilizar para la encimera y en una isla.
En función del conjunto, elige una tonalidad más clara o más oscura. Por ejemplo, si optas por unas paredes de color blanco, escoge materiales de madera oscura, ya que aportará más contraste. Así mismo, juega también con las texturas.
Colores neutros
La tranquilidad, la suavidad y el equilibrio del estilo japandi desmarcan por completo el uso de colores vivos en la cocina y en cualquier otra habitación. Mientras la cultura escandinava se caracteriza por dar importancia a la luz, la japonesa se centra en crear un ambiente relajado con colores más vivos. Los tonos neutros como son el blanco, el negro y el gris son imprescindibles. El blanco debe ser el color predominante de la pared y el resto de elementos son los que aportarán color a la cocina. Es por ello que el uso de otras tonalidades encaja perfectamente. Los colores tierra o los apagados ayudarán a romper con la monotonía de la estancia y darán personalidad a tu cocina.