La casa debe ser el estuche de la vida, la máquina de felicidad – Le Corbusier
En 1943, Le Corbusier, preocupado por la evolución de las ciudades, escribió la Carta de Atenas, que se convirtió en el mejor tratado de urbanismo moderno. En uno de sus apartados, se lee: «Es el estado
interior de la vivienda el que constituye la covacha, pero la miseria de ésta se prolonga hacia afuera por la angostura de las calles sombrías y la falta total de esos espacios verdes, creadores de oxígeno, que tan propicios serían para los juegos de los niños. El costo de una construcción erigida desde hace siglos esta amortizado desde hace mucho tiempo; sin embargo se tolera que su explotador la
considere, bajo forma de vivienda, como mercancía negociable. Aunque su valor habitable sea cero, continúa proveyendo impunemente y a costa de la especie una renta importante.
Se condenaría a un carnicero que vendiera carne podrida, pero el código permite imponer viviendas podridas a las poblaciones pobres.